Exposición
¿En qué consiste la impresión en tres dimensiones y cuál ha sido su recorrido hasta la actualidad? ¿Qué capacidad transformadora tiene esta tecnología en los procesos productivos, en la relación del individuo con los objetos y en la sociedad en general? ¿Qué tipo de objetos impresos se encuentran en la actualidad y en qué ámbitos se utilizan? ¿Hasta dónde puede llegar el uso de impresoras 3D?
Llegó a México la exposición itinerante: “3D. Imprimir el mundo”, una muestra de Fundación Telefónica sobre la revolución de esta tecnología en la sociedad. Más de 120 mil visitantes tras su paso por Madrid, Lima, Buenos Aires y Santiago de Chile, y finalmente se presentó en la Ciudad de México de la mano de Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM y de la DGDC.
¿En qué consiste la impresión en tres dimensiones y cuál ha sido su recorrido hasta la actualidad? ¿Qué capacidad transformadora tiene esta tecnología en los procesos productivos, en la relación del individuo con los objetos y en la sociedad en general? ¿Qué tipo de objetos impresos se encuentran en la actualidad y en qué ámbitos se utilizan? ¿Hasta dónde puede llegar el uso de impresoras 3D?
Estas y otras cuestiones se abordaron en 3D. Imprimir el mundo, una exposición comisariada por los arquitectos y diseñadores españoles Carmen Baselga y Héctor Serrano, un trabajo excepcional que abordó la tecnología de impresión tridimensional y su impacto en disciplinas tan variadas como la medicina, la moda, la gastronomía o la arquitectura.
3D. Imprimir el mundo explora el impacto de la impresión en tres dimensiones en nuestra sociedad. La revolución industrial de finales del siglo XVIII hizo posible la producción en masa de bienes de consumo, cambió radicalmente la economía y la sociedad, y ahora esta nueva tecnología de fabricación consigue lo contrario: la fabricación individualizada. El consumidor se convierte ahora en productor (presumer), lo que supone un desafío al modelo productivo actual, desde cómo diseñamos, fabricamos o hacemos llegar los productos al consumidor hasta la protección de la propiedad intelectual o seguridad. La impresión 3D permite crear objetos personalizables, hasta el punto de socavar las economías de escala, cuestionando la necesidad de fabricar cientos o miles de unidades para abaratar el producto y que finalmente llegue al consumidor.
La revolución 3D en cuatro pasos
La exposición estuvo organizada en cuatro grandes bloques temáticos: Del bit al átomo; Por el espejo retrovisor; La huella tridimensional y Un paso más allá. En el primer bloque se explicó qué es la impresión 3D, los tipos de impresión, la variedad de materiales que se utilizan y los principios que guían esta tecnología. Además, se detallaron las características y ventajas de esta tecnología: la complejidad y la variedad que no eleva el coste, no hace falta ensamblaje, elaboración bajo demanda, libertad a la hora de diseñar, no hacen falta habilidades manuales o la fabricación compacta y portátil, entre otros aspectos.
En el segundo bloque, una mirada al pasado desde el presente permitió descubrir el origen y la evolución hasta la actualidad y se destacaron los diferentes hitos que se han producido a lo largo del tiempo. Mostró, además, cómo la tecnología avanza a pasos gigantescos y usa nuevos materiales como cerámica, vidrio o titanio. Las aplicaciones son cada vez más reales y beneficiosas como la impresión de tejidos humanos y huesos, o la fabricación de piezas para motores de aviones, más económicas, y con mejor comportamiento que las producidas con medios tradicionales.
La huella tridimensional presentó algunos ejemplos de aplicación de esta tecnología en varios ámbitos e invitó a reflexionar sobre el fenómeno desde diferentes puntos de vista: los cambios productivos que genera; las nuevas reglas vinculadas a la propiedad intelectual o la mejora de la sostenibilidad con la impresión 3D, ya que, entre otros aspectos, se produce solo lo necesario, se reducen los espacios de almacenamiento o se fabrica localmente. Además, esta tecnología cobra un especial interés en las ciencias de la salud donde lo importante no es la producción en serie sino la fabricación a medida, también podría convertirse en una herramienta pedagógica muy poderosa que permite al estudiante materializar directamente conceptos abstractos.
En el último bloque se planteó, a modo de recapitulación, predicciones y expectativas del futuro de la impresión 3D. ¿Hacia dónde se dirige la impresión 3D? ¿Cuáles son los retos a medio y largo plazo? A través de una serie de audiovisuales, entre los que destacan entrevistas a profesionales de perfiles tan dispares como la bioingeniería, el diseño, la filosofía, la robótica o el movimiento maker, se ofreció al visitante una mirada lo más amplia posible a un fenómeno digital considerado por muchos la próxima revolución industrial.
Actividades paralelas
La exposición 3D. Imprimir el mundo ofreció un programa de talleres para todas las edades con inscripción gratuita. Y además de las visitas comentadas habituales, se cbrindaron recorridos especiales para acercar a los visitantes un poco más a la tecnología.
Entidades prestadoras
Wohlers Associates, Robohand, DUS architects, CSIRO, OTHR, Studio Phi, UNYQ, Stratasys, byAMT Inc, ACCIONA, Art4Leg, BioDan Group, Nervous System, Creative Tools, Nelles Al-Badri, y Feetz.
Autores obras expuestas
Dominik Raskin, Lilian van Daal, Brod Marsh, Golan Levin, Alessandro Zambelli, Wouter Scheublin, Moncho González, Alissia Melka-Teichroew, Theresa De Jager, Libero Rutilo, Héctor Serrano, Alexandra Ion, Tom Yeh, Patrick Jouin, Christophe Guberan, Nora Al-Badri y Jan Nikolai Nelles.